12 de diciembre de 2011

Podría decir que se fue tal y como vino, sin dejar trascendencia tras ella, pero estaría mintiendo.
 

Tocó a mi puerta una tarde con dos golpes suaves que pude reconocer en ese mismo instante. No tuve dudas de que era ella quien llamaba a mi puerta. Tenía que verla, tenía que saber como había estado todo ese tiempo aunque pude predecirlo rápidamente.
Siempre fiel, me esperaba con la calidez con la que había sabido esperarme desde tiempos memorables. Siempre, tras ella podía sentirse un aura inspiradora. Siempre fiel. Siempre arte. Siempre sería bien recibida.


Le cebe unos mates para que pudiéramos ir entrando en clima aunque me advirtió desde el principio que estaba un poco apurada, era lógico que no tuviera tiempo, un trabajo como el suyo debía ser tomado en serio y yo no quería retrasarla mas que lo suficiente.
Hablamos de los viejos tiempos y me hizo una recomendación sobre la música para poder entrar en clima, yo no estaba muy contenta sobre su elección. Me pareció una ridiculez la canción que había elegido y, fuera de mi critica, no tenía la sensación de que realmente cambiara algo de lo que podía sentir. No podía sentirme mejor. De todas maneras decidí darle el gusto asique le hice caso, como era costumbre.


Una vez que pusimos play una sensación placentera nos invadió. No pude evitar entregarme a la música y pude a lo lejos que ella tampoco se resistía. Decidí dejarme ser. Decidimos dejarla ser.
Flotábamos. Flotábamos, lo juro. Flotábamos y podíamos sentir como nuestros cuerpos se elevaban cual bolas de algodón. Nos tomamos de las manos y nos dejamos llevar. Podíamos sentir el viento pegandonos en la cara, era un viento renovador, lleno de esperanzas y risas.       El tiempo no existía. Noexistíatampoco la gravedad, no existía el dolor. Solo ella, la música y yo. Solo nosotras, tomadas de la mano como viejas amigas. Solo nosotras dejándonos ser.




No recuerdo cómo ni cuándo, solo se que cuando desperté ya no estaba. Ahora solo me acompaña su sensación inolvidable, su alegría, sus ganas. 
Que bueno es cuando la vida te sonríe.
Que lindo es cuando te hace cosquillitas la brisa de la felicidad.